Desmontando la utopía: descubriendo un camino
Posted in Textos anarquistas on May 12th, 2011 by VillaboaSi el anarquismo no es una utopía, y yo creo que no lo es, entonces sin duda hay una forma de alcanzar el anarquismo como forma de organización social. El anarquismo pretende abolir el estado, y si el anarquismo no es una utopía, entonces debe haber una forma de abolir el estado. Pero abolir el estado no significa renunciar a una organización social avanzada, o al menos eso creo yo. Al contrario, concibo el anarquismo como la forma más compleja de organización social: en dicha sociedad, la capacidad de decisión de cada individuo es igual a la de cualquier otro. Por tanto, debe haber una forma de articular colectivamente las decisiones, y de que dichas decisiones sean efectivas. Y yo creo, dado que no concibo el anarquismo como una utopía, que eso es posible, y cada vez estamos más cerca de demostrarlo. A día de hoy, internet nos está mostrando cómo se puede. A día de hoy, el software libre nos está mostrando cómo existe una forma no jerárquica y horizontal de trabajo destinado a producir bienes y servicios complejos y disponibles para toda la sociedad. No digo que internet o el software libre estén siendo en sí un fenómeno anarquista, pero pienso que nos están enseñando mecanismos nuevos que por fin ponen en práctica algunos de los principios básicos del anarquismo.
Las luchas de los pueblos árabes contra sus sistemas de dominación han sido, por mucho que les pese a algunos, fenómenos horizontales, no jerárquicos, sin cabezas visibles, que han encauzado la rabia de la gente hacía un mar de cambios que aún no sabemos hasta donde alcanzarán. Es más que probable, eso creo yo al menos, que la movilización y no solo eso, sino la ruptura de fronteras que la lucha está suponiendo, no se pueda entender sin las nuevas tecnologías de la comunicación y las redes sociales de internet. Internet, mediante las redes sociales y los diversos medios para compartir contenidos, ha permitido que la gente comunicase con facilidad su rabia y encontrase a sus pares, y se organizase con ellos e informase al mundo de lo que estaba ocurriendo. Día a día, sin recurrir a los medios de comunicación típicos, un ciudadano europeo puede saber lo que ocurre con nuestros iguales en los países árabes, y articular en las propias redes sociales todo un medio de debate y toma de decisiones.
Así pues, veo aquí, por fin, un primer ejemplo claro de que podemos renunciar a formas primitivas de organización social, basadas en el culto al líder, o al conjunto de líderes, para desarrollar una lucha horizontal y no jerárquica que en el futuro nos permita a su vez organizar una sociedad con las mismas bases. Y reconozco un hecho claro: la lucha no tiene sentido sin la comunicación. Y una sociedad anarqusita no tendría sentido, o al menos la sociedad anarquista avanzada que defiendo, sin unos medios avanzados de comunicación.
El software libre nos ha mostrado como una colaboración horizontal de individuos con intereses comunes y al margen de los mecanismos del mercado neoliberal tradicional puedes producir bienes comparables con los de grandes empresas que sí pertenecen al mercado tradicional. Y nos han mostrado, además, que es un sistema sostenible, ya que desde su nacimiento no ha parado de crecer la producción de software libre y ésta está cada vez más presente en nuestra sociedad. De hecho, nuestra sociedad se beneficia a gran escala de ese trabajo colaborativo horizontal y no jerárquico. Por tanto, es posible seguir generando, fuera del mercado tradicional, bienes y servicios complejos y a gran escala con los que nutrir una sociedad horizontal y libre.
Así pues, debemos, con todos los medios que podamos, o eso pienso yo, luchar para mantener internet libre y beneficiarnos así de las ventajas que nos ofrece como medio de comunicación y difusión. Debemos, también, apoyar y participar en la batalla del software libre. O eso creo yo.
Si tenemos que construir un camino, quizá hayamos encontrado por donde abrirlo.